Relajación profunda: el aceite esencial de lavanda
proporciona propiedades calmantes y relajantes, ayudando a aliviar el estrés y la tensión, perfecto para un baño reparador antes de dormir.
Hidratación y nutrición: el aceite de jojoba complementa la experiencia al nutrir e hidratar la piel, dejándola suave y revitalizada, gracias a su afinidad con los aceites naturales de la piel.
Purificación y desintoxicación: las sales del himalaya son conocidas por su capacidad para purificar el cuerpo, ayudando a eliminar toxinas y favoreciendo la relajación muscular y articular.
Mejora del estado de ánimo: el aroma terapéutico de la lavanda tiene el poder de mejorar el estado de ánimo, promoviendo una sensación de bienestar y
felicidad.